Cesta de labores

 La historia empezó en el intercambio de Navidad, cuando Makuka incluyó entre sus regalos a su agujita secreta una cesta para guardar labores. Fuimos tantas las que quedamos prendadas de la cesta que al final "las jefas" nos organizaron un trabajo en grupo, con sus accesorios a juego (que yo no me he animado a hacer).

La original lleva el bordado en tonos rosas, un asa también bordada, y es más ancha, tipo bolso. La mía va en tonos verdigrisáceos (es un color un poco raro, lo sé, pero que me gusta muchísimo) y es estrecha, porque quería utilizarla para almacenar los ovillos. También le he puesto un pequeño bolsillo dentro para guardar los ganchillos. 

El montaje me resultó bastante sencillo; últimamente mi máquina de coser está de un dócil que asusta, a todo me responde a la primera, así que ha ido todo sobre ruedas. Bueno... hasta la última puntada, que de pronto se le partió la aguja... claro que a saber desde cuando llevaba ahí puesta la pobre. Heredé la máquina de mi madre hace 13 años y nunca se la había cambiado...

Por cierto, la tela que he usado para el forro interior fue uno de los muchos regalos que recibí en el mismo intercambio navideño del que surgió este trabajo, así que se cierra el círculo ;)