Como cada año por estas fechas, los profesores del ciclo de Educación Infantil organizan en el colegio un mercadillo de otoño para los más peques, para enseñarles los frutos típicos de la estación y también el funcionamiento de un mercado. Algunos padres participamos como "tenderos" y es divertidídimo para todos. Y como cada año, cada niño debe hacerse una cesta para "comprar". Esta es la de I, versión primavera por un lado (a ver quien le iba a impedir a ella poner flores, jaja), versión otoñal por otro.
Como hay que enseñarles desde pequeños a reciclar, la cesta tiene como base un tetrabrick de leche, al que se le recorta la forma del asa en la parte superior. La decoración es totalmente libre. I ha usado papel crespón de colores, que le encanta. Con los trocitos sobrantes ha hecho un pequeño cuadro que me ha regalado y que ya luce en mi exclusiva pinacoteca privada - la puerta del frigorífico ;)
Estupendo reciclado.
ResponderEliminarBss.